El mensaje de Volodímir Zelenski empieza a repetirse porque insiste en cuestiones de las que ya había hablado en el pasado. El presidente ucraniano sabe que la guerra ha entrado en un punto clave, mientras los suyos preparan una contraofensiva frente a Rusia. De momento, Kiev incide en la necesidad de un escudo antimisiles que le permita defenderse, al tiempo que sigue abierto el debate sobre si recibir o no cazas F-16. «No se los hemos dado, pero se los daremos», dijo sobre los aviones de combate el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, hace solo unos días.
Desde Moldavia, donde se celebra la segunda cumbre de la Comunidad Política Europea, Zelenski ha estado rodeado de medio centenar de líderes europeos, a quienes ha pedido todavía más respaldo. Además, resaltó la «decepción» del pueblo y el Ejército ucraniano ante la falta de «decisiones positivas» sobre la entrada de su país en la OTAN, y volvió a subrayar la necesidad de que la Alianza Atlántica apoye el ingreso de Kiev en la cumbre de julio. De hecho, ese camino ni siquiera se ha iniciado. «Estamos preparados», aseguró el presidente ucraniano sobre el acceso del país a la organización.
«Nuestras esperanzas se alejan cada vez más; siento tener que expresar aquí esta decepción en nombre de nuestros soldados que luchan por la libertad de nuestro pueblo«, agregó Zelenski, que defendió la necesidad de integración en la OTAN de los países cercanos a Rusia. El líder ucraniano señaló que «Rusia teme a la OTAN e intenta engullir solo a aquellos países que están fuera del espacio que esta defiende».
«Todos los países europeos que tienen frontera con Rusia y que no quieren ser desmembrados deben aliarse con la UE y con la OTAN«, añadió el presidente. Zelenski pidió celeridad a la comunidad internacional a la hora de formar las llamadas «coaliciones de los aviones» y «de los Patriot», en la que participan aquellos países dispuestos a instruir a pilotos ucranianos en el uso de cazas F-16 y a enviar más sistemas de misiles Patriot a Ucrania.
Siguen las trabas al transporte de cereal
Por otro lado, Kiev asegura que la parte rusa vetó este jueves las inspecciones de todos los barcos que se dirigían a puertos ucranianos para cargar cereal, impidiendo así la entrada al Mar Negro de los cargueros que deberían poder utilizar el corredor del grano en virtud del acuerdo firmado por la ONU, Turquía y Rusia.
«La Iniciativa del Grano ha sido detenida otra vez: Rusia ha bloqueado el registro de la flota que se dirige a todos los puertos de Ucrania», denunció el Ministerio de Infraestructuras en un comunicado en el que califica de «no fundamentada» la posición rusa. El ministerio dijo además que durante el 30 y el 31 de mayo la parte rusa solo aprobó la entrada al Mar Negro de un barco que se dirigía al puerto ucraniano de Chornomorsk, junto con los de Odesa y Pivdennyi, uno de los tres puertos ucranianos a los que Rusia ha acordado abrir un corredor para las exportaciones agrícolas.
Durante ese mismo período, el resto de inspectores que vigilan el cumplimiento del acuerdo dieron luz verde a la entrada al Mar Negro de un total de diez barcos, que no pudieron pasar debido al veto ruso. Como consecuencia del saboteo continuado del acuerdo que denuncia Kiev, más de 50 barcos permanecen a la espera de ser inspeccionados para entrar al Mar Negro en aguas territoriales turcas. Estos barcos tienen previsto exportar 2,4 millones de toneladas de productos agrícolas que esperan su llegada en puertos ucranianos.