Evitar a toda costa que el independentismo condicione el próximo Gobierno de España. Esa es para Vox ahora mismo su máxima prioridad, por la que han aparcado sus diferencias con el PP y por la que apelan a la capacidad de negociación de los populares, incluso con el PSOE. La tarea es complicada y las expectativas de que pueda resultar exitosa son escasas, pero el partido de Santiago Abascal confía en que el camino que se recorra hasta agotar el tiempo para la investidura de Alberto Núñez Feijóo sirva al menos para construir una «resistencia» frente al órdago independentista de Junts.
La mano de Vox al PP para facilitar el nombramiento de Feijóo como próximo presidente del Gobierno está más tendida que nunca, tal y como el propio líder del partido confirmó este martes tras reunirse con su homólogo popular. «Le he trasladado que Vox apoyará su investidura como alternativa al bochorno de ver a los partidos separatistas subastar la nación de forma impúdica», comunicó Abascal tras el encuentro.
El apoyo de Vox a la investidura de Feijóo no es una novedad, pero sí su invitación a que el PP agote todas las opciones para tratar de formar Gobierno, buscando incluso el apoyo del PSOE en su conjunto. Una vez superada la resaca electoral repleta de acusaciones sobre la responsabilidad de unos resultados que no fueron satisfactorios ni para el PP ni para Vox, los de Abascal animaron al PP a recabar apoyos para una investidura de Feijóo entre «miembros del PSOE bueno». «Si encuentra cinco o seis diputados del PSOE bueno que le apoyen, nosotros no seremos un obstáculo», llegó a afirmar el entonces portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, en los pasillos del Congreso.
Mes y medio después, Vox ya no habla de «cinco o seis diputados del PSOE bueno», sino del PSOE, a secas y en su conjunto. Tras reunirse con Feijóo, Abascal señaló este martes que un hipotético acuerdo entre las dos principales fuerzas políticas sería un «mal menor» frente a la amenaza de las «minorías separatistas». «Si esa posibilidad existiese, y entiendo que es muy difícil, Vox desde luego no sería un obstáculo», aseveró, poco antes de añadir que su formación sigue manteniendo «una distancia infinita» con el PSOE, con el que no tiene «ningún tipo de diálogo».
La opinión de Vox respecto al PSOE no ha cambiado y la preocupación sobre lo que Pedro Sánchez pueda negociar con las fuerzas independentistas no ha desaparecido, pero los de Abascal no cierran la puerta a que el PP busque el apoyo de la segunda fuerza política. El PP y Vox son formaciones distintas y la pelota para negociar la investidura de Feijóo está en el tejado de los populares. El propio Abascal reconoció este martes que es «imprescindible anteponer el interés de España» a cualquier consideración partidista, dado que el país se enfrenta, según el líder de Vox, a una «amenaza histórica».
«Preparar la resistencia al golpe»
Salvo que se repitan elecciones, los de Abascal aseguran que la alternativa a una investidura fallida de Feijóo es un mandato de Sánchez apoyado, entre otros, en los partidos independentistas. «Los españoles padecimos un golpe a la Constitución y a la unidad nacional en el año 2017, un golpe perpetrado por los separatistas que hoy pretenden condicionar el Gobierno de España. Tememos que ese golpe, si se logra la investidura de Pedro Sánchez, sea perpetrado directamente desde el Palacio de la Moncloa», aseguró Abascal este martes.
Desde Vox dicen estar preocupados por el precio que pueda tener una todavía hipotética investidura de Sánchez, ya que lo consideran capaz de ceder ante las condiciones de Carles Puigdemont, que exige, a cambio del apoyo de Junts, la amnistía y el abandono «completo» de la vía judicial contra el independentismo. La tercera fuerza política es consciente de que es prácticamente imposible que un PSOE dispuesto a sentarse a negociar en esos términos acepte una investidura de Feijóo, pero confía en que escenificar la posibilidad de un acuerdo entre PP y PSOE, por remota que sea, refuerce a Vox como garante de los «intereses de España».
«No somos incautos, sabemos de las dificultades y de la probabilidad de que se produzca la investidura de Alberto Núñez Feijóo y de que se consigan los apoyos, pero no nos importan los números», explicó Abascal este martes tras reunirse con el líder popular, recordando que tampoco cuando Vox presentó las dos mociones de censura contra el Gobierno de Sánchez le importó no tener un respaldo suficiente para lograr su éxito. «Tanto aquellas mociones como este intento de investidura servirá al menos para mostrar a los españoles la amenaza que se cierne sobre la unidad nacional», agregó. «Este intento de investidura ayudará a preparar la resistencia al golpe que se producirá desde el Palacio de la Moncloa en caso de que los que están subastando la nación logren finalmente imponer a su cómplice», vaticinó.