Se respiró ilusión y cierto nerviosismo en el Iradier Arena. La primera edición de la Fiesta del Deporte Femenino abrió sus puertas a primera hora de la mañana con cientos de deportistas ilusionadas con dar un paso más en la visibilización de su especialidad. El sofocante calor no impidió que el evento fuera objeto de deseo para las decenas de padres e hijas que se acercaron a ver las exhibiciones de hasta 28 federaciones deportivas invitadas por el departamento de Cultura y Deporte de la Diputación Foral de Álava.
«El paso que se ha dado es hacia adelante, espero que sea la primera de muchas ediciones que tengamos en la ciudad», afirmó Mari Carmen Souto junto a su marido, David de la Sierra. En cierta medida, la pareja tiene claro que esta iniciativa incita a que «se tenga contacto con el deporte de una manera diferente, no sólo lo podemos observar, sino que además tenemos la oportunidad de probarlo. Los niños son los más beneficiados en este aspecto». La exhibición de las jóvenes promesas de la gimnasia rítmica levantó el telón de una serie de actividades que tuvo la presencia de las deportistas más reconocidas del panorama alavés e incluso nacional. La trialeta y campeona del mundo Ruth Brito no dudó en coger su bicicleta y acercarse a las inmediaciones del Iradier Arena para presenciar el festival. La deportista, nacida en Lanzarote pero afincada en Vitoria, se mostró entusiasmada por la cantidad de acontecimientos que van dirigidos hacia la mujer y el deporte en España. «Es una alegría que tengamos esta fiesta aquí. Veo niñas ilusionadas con querer cumplir sus sueños y, sobre todo, disfrutando en todo momento de lo que hacen», dijo. Otras deportistas como la exluchadora olímpica Maider Unda se dejaron ver sobre el tapiz en el centro del Iradier Arena. «Ver el interés de tantos niños en tantos deportes entusiasma. Hay que seguir la formación de cerca», subrayó.
«Tienen una oportunidad»
Vitoria no ha sido la única ciudad que ha albergado este fin de semana la Fiesta del Deporte Femenino. Zamora o Valencia también lo han hecho por primera vez, un paso que emocionó en especial a la vitoriana Ane Martínez, quien siempre, desde muy pequeña, ha acudido al deporte como vía de escape. En comparación a lo que se aprecia hoy en día, su realidad fue «diferente de niña. Se me hacía muy difícil jugar al tenis y tuve que dejarlo. No había chicas entonces», rememora la alavesa, que continuó diciendo, con la voz quebrada, que la situación «mejora». «Se están dando pasos agigantados. Todas tienen esa oportunidad pero aún queda trabajo por delante», advirtió agradecida.