Los zapatos son un accesorio pedestre de la vestimenta que sufre el impacto de la lluvia y puede dañarse, aunque en algunos casos el material con el que está confeccionado es apto para estas situaciones. Es por ello que te diremos algunos trucos caseros para impermeabilizar tu calzado y evitar que se reduzca su vida útil, al mismo tiempo que se desgasta el material con el que se han confeccionado.
Habitualmente los zapatos están fabricados con polipiel, cuero o lona, con el objetivo de resistir distintas superficies y clima, especialmente la lluvia de verano que es más frecuente por estos días. Pero algunos accesorios pedestres no son adaptables a distintas circunstancias, mucho menos impermeables, y pueden arruinarse fácilmente cuando se los expone a climas fríos y húmedos.
Y de acuerdo a especialistas en el rubro en mayor medida los calzados no resisten al agua de la lluvia, dañándolos completamente. Es por ello que te diremos cuáles son los trucos caseros más efectivos para impermeabilizarlos y prolongar su vida útil, por lo que tendrás que tomar apunte para después aplicarlos en tu calzado.
El primero de ellos es con limpiador de muebles y betún, garantizándonos la impermeabilidad de los zapatos. El primer paso será limpiar en profundidad los zapatos antes de comenzar el proceso de impermeabilización y luego aplicar el limpiador de muebles por todo el zapato, incluyendo la suela, dejando secar. Una vez seco el aerosol, aplicarás una capa generosa de betún, especialmente en las costuras. Posteriormente tendrás que cepillar la superficie del calzado para eliminar el exceso de betún. Repetirás los pasos anteriores al menos tres veces para conseguir un buen resultado.
Otra de las opciones que nos garantizarán que el calzado no se verá afectado por la lluvia es la cera de vela. Este método es eficaz, duradero y económico para impermeabilizar cualquier tipo de zapatos. Para lograrlo, el primer paso será frotar la vela por toda la superficie exterior. Una vez cubierta toda la superficie de los zapatos, utilizarás un secador para crear una capa uniforme que repela el agua del calzado. Este paso es fundamental para convertir el zapato en impermeable. El proceso deberás repetirlo también en la suela.