Las advertencias de Pedro Sánchez contra la «internacional ultraderechista» que, a su juicio, obra a través de figuras como Elon Musk han ido a más según se ha ido aproximando la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Ya lo hizo en el inaugural de los 100 actos por el cincuentenario de la muerte del dictador Francisco Franco, donde Sánchez alertó contra una «internacional reaccionaria» que podría volver. Un aviso que, según fuentes de Moncloa, ahora «engarza» perfectamente con uno similar sobre aquello que Sánchez ha apodado como la «tecno-casta». Todo lo engloban en una amenaza ‘ultra’ que debe preocupar al mundo. En este sentido, el presidente dispone a liderar la oposición contra ese «poder omnímodo» que ejerce Elon Musk sobre las redes sociales y que acaba controlando el debate público.
Ya son muy pocos los gobiernos socialdemócratas que resisten en Europa, es algo de lo que el Gobierno de Pedro Sánchez fue muy consciente en el marco de las elecciones europeas del 9 de junio de 2024. Las advertencias contra la «ultraderecha reaccionaria» europea y mundial han sido continuas estos meses, siempre muy hiladas a las denuncias de Moncloa sobre los «bulos» que se publican en redes, medios y plataformas. De hecho, esta es una cruzada que Sánchez ya emprendió a finales del mes de abril, cuando se judicializó el caso de su mujer y anunció una estrategia para combatir la desinformación tanto en las redes como en los medios de comunicación. De hecho, hace pocas semanas el Gobierno ya aprobó un decreto para obligar a los influencers con más de 100.000 seguidores a rectificar informaciones que fuesen falsas.
Con el inicio del año y en el contexto alertar de que la dictadura podría volver, Sánchez pidió combatir las ‘fake news’ porque «las mentiras y la desinformación son la principal arma de los enemigos de la democracia», alertó. A su juicio, esta era la razón por la que el fascismo había alcanzado el podio de las principales fuerzas políticas en Europa y por ello Musk está en el centro de las últimas dianas de Sánchez, sin olvidar que no deja de ser el nuevo hombre fuerte de la nueva Administración de Donald Trump.
En este sentido, los mensajes del presidente advierten de que Musk podrá manejar «los algoritmos», pero no los «votos». «Lo voy a decir en menos de 280 caracteres. La democracia no es un euro, un voto. No es un tuit, un voto. Es una persona, un voto. Y, por tanto, Europa debe plantar cara a esta amenaza y defender la democracia», advirtió este lunes en alusión a los polémicos sorteos de Musk en los que ofrecía dinero a cambio de firmar un manifiesto a favor de Trump.
Y aunque Sánchez, como es cortesía, felicitó este lunes al nuevo presidente por su nombramiento, no deja de advertir contra lo que considera la «tecno-casta» que, a partir de ahora, tendrá mucho que decir en Estados unidos. Ha sido más comedido su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que asegura que quiere la mejor relación posible con Estados Unidos y sostiene que este país y Europa son aliados «naturales».
Por otro lado, fuentes gubernamentales señalan que Sánchez pretende llevar este mensaje contra la «internacional ultraderechista» al foro económico de Davos que se celebra durante estos días en Suiza. En Moncloa ensalzan que lo importante de estos mensajes es la coherencia respecto a los anteriores, es decir, que el presidente no dará bandazos sobre este asunto. En este sentido, señalan que lo preocupante para el Gobierno es la concentración de poder en mano de los gigantes tecnológicos y de ahí su mensaje contra la «tecno-casta».
Por ello, desde el equipo del presidente ven totalmente necesario este mensaje de alerta al tiempo que se plantea una nueva vía para visualizar una revolución digital en positivo.
Esta alternativa consistiría en abordar la «revolución digital» desde otra perspectiva, como una oportunidad para aportar a la sociedad. Desde este prisma, la Inteligencia Artificial (IA) puede ayudar a la eficiencia y al incremento de la productividad. Sánchez no pretende combatir la IA ni expandir un mensaje negativo sobre la misma, todo lo contrario, su objetivo es «liderar» un discurso y una IA responsable y «orientada hacia el bien común».
Se trata de un modelo que presenta como antagónico al de figuras como la de Elon Musk, que es en la que centra Sánchez todas sus críticas. Y es que Trump ha vuelto de nuevo al Despacho Oval de la Casa Blanca, por lo que, de momento, Sánchez trata de evitar un conflicto diplomático con, nada más y nada menos, el presidente de EEUU.