Las elecciones catalanas del 12 de mayo han erosionado el escenario político a futuro, pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se limita a defender los resultados que le otorgan las encuestas e incluso apunta a números mucho más elevados para su candidato, Salvador Illa. «Creo que va a ganar por amplio margen, más del que dicen los estudios demoscópicos, porque la ciudadanía quiere pasar página«, ha sentenciado en una rueda de prensa desde Bruselas, tras participar en una sesión de trabajo del Consejo Europeo. Todo ello, sin precisar en qué consistirá ese tiempo distinto, ni cómo afectarán estas elecciones a la política nacional.
La aprobación de la ley de amnistía ha sido el principal aliciente para que estos comicios cobren más relevancia que el resto de citas electorales (en el País Vasco y Europa), y para que el líder de Junts, Carles Puigdemont, decida presentarse como candidato a las mismas. Con todo, Sánchez ha restado importancia al asunto enumerando las otras dos ocasiones en las que el expresident se ha presentado a unos comicios en Cataluña: en los años 2017 y en 2021. «Sucede que estamos en un tiempo completamente distinto, nuevo«, ha manifestado. Y, sobre Puigdemont, solo ha dicho que está en su derecho de manifestar lo que quiera. «Faltaría más», ha defendido.
El Gobierno, que en la anterior legislatura no necesitaba negociar con Junts para sacar adelante sus proyectos legislativos, es consciente de la afectación de los resultados en Cataluña. De hecho, la primera víctima han sido los Presupuestos Generales para este año 2024, que finalmente no saldrán adelante por este mismo motivo.
Elude hablar sobre cómo afectará el 12M
El escenario a futuro al que se refiere Sánchez es otro: plantea una «disyuntiva» para Cataluña, que se resolverá el próximo 12 de mayo cuando los ciudadanos decidan si quieren mirar hacia «delante» o «hacia atrás». A su juicio, ese futuro se corresponde con una victoria de Illa, que el presidente prevé que se lleva a cabo «por amplio margen», incluso superior al que indican encuestas como la del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat. Según este sondeo, que se realizó antes de que Carles Puigdemont anunciase su candidatura, el PSC ganaría las elecciones con entre 35 y 42 escaños, ERC sería segunda fuerza (26-32) y Junts tercera con 24-29 diputados.
«Afrontamos las elecciones con los deberes hechos, con el trabajo hecho y con un proyecto político sólido que mira al PSOE en el futuro y no en el pasado», ha señalado. El próximo paso del Gobierno es el de aprobar los Presupuestos de 2025 y continuar con las hojas de reforma. «España va en la buena dirección y es lo que tenemos que consolidar los próximos 4 años», ha concluido al respecto, para continuar hablando de la propuesta socialista para Cataluña basada en unir y servir a los catalanes, para mejorar los servicios públicos, la educación, la sanidad, paliar la sequía, y profundizar en el «autogobierno». Ha pronosticado que un eventual Govern de la Generalitat presidido por el PSOE será un motor más en funcionamiento «bueno para la economía española» que, según ha dicho, «crecerá a ritmo más intenso».