En la puesta de largo del curso político, la Ejecutiva Federal del Partido Socialista ha acordado reunir este sábado al Comité Federal para iniciar el proceso de convocatoria del 41 Congreso Federal del PSOE. La intención es celebrarlo los días finalmente el 19 y 30 de noviembre y el 1 de diciembre en el Palacio de Congresos de Fibes de Sevilla, pese a que Pedro Sánchez disponía de un año más para convocarlo, hasta otoño de 2025.
El cónclave se había anunciado en un primer momento para mediados del mismo mes, los días 15, 16 y 17, pero la propia formación ha hecho público el cambio de fechas pocas horas después por «cuestiones de logística».
Tal y como ha informado la portavoz socialista Esther Peña tras la reunión de este lunes, el presidente Pedro Sánchez ha hecho saber a la Ejecutiva Federal «que [en el Congreso de noviembre] presentará su candidatura a la reelección» a la Secretaría General del PSOE, algo que nadie había puesto en duda. «Todos los miembros le hemos hecho saber la necesidad de que siga al frente en este nuevo ciclo congresual y electoral», ha asegurado Peña.
Según lo que ha declarado la portavoz, este mismo sábado se reunirá el Comité Federal del partido para «ratificar» el adelanto del Congreso Federal y para marcar el calendario de cara a la cascada de congresos territoriales que se celebrarán a partir de noviembre. Este Congreso se convoca «en plazo ordinario», tal y como se ha esforzado en destacar Peña, «entre tres y cuatro años desde la anterior convocatoria», que se produjo en octubre de 2021.
Según ha definido la portavoz socialista, la gran reunión del PSOE tendrá varios objetivos: «Definir los principios y fijar los programas del partido» o «debatir y juzgar la gestión de la Ejecutiva y el Comité» son dos de ellos. Pero el Congreso supondrá también la renovación de liderazgos en el Partido Socialista y la fijación de un nuevo rumbo para el partido. También se tratará de «aprobar las modificaciones de los estatutos federales del PSOE» y afrontar «los grandes desafíos y retos que no existían cuando se celebró en el anterior Congreso». Entre ellos, Peña ha citado «la desinformación, el auge de la ultraderecha» o «la posición de España» ante los conflictos geopolíticos actuales.
El cupo catalán como telón de fondo
Más allá de estos aspectos, tanto la reunión del Comité Federal este sábado como el Congreso de noviembre serán los escenarios del debate interno sobre el cupo catalán. El concierto económico fue la moneda de cambio con la que el PSC logró que ERC aupara a Salvador Illa a la Presidencia de la Generalitat, y desde su anuncio ha causado gran revuelo en la política española.
En el primer día del nuevo curso político, la directiva de Ferraz ha evitado ahondar en los posibles resquemores que pueda causar esta medida en las filas socialistas. El PSOE tiene ante sí un «momento extraordinario» para discutir sobre este tema el próximo sábado.
Sin utilizar en ningún momento la palabra ‘concierto’, Peña ha defendido el acuerdo en Cataluña como el paso definitivo para la recuperación de «la normalidad institucional» en la comunidad. «Estamos muy contentos de que el debate gire en torno a la financiación autonómica y no a la independencia», ha asegurado para luego denunciar que el PP ponga «el grito en el cielo». «En este país si hay un cupo y hay un concierto: el que tiene el Partido Popular con los millonarios de este país», ha zanjado Peña.
También ha reconocido que, en lo que se refiere al debate de la financiación de las comunidades autónomas, «Cataluña ha abierto brecha». Pero ha asegurado que la «bilateralidad» no solo es con esta región, sino «también con el resto de territorios». «Quiero recordar que la primera fiscalidad diferencial y singular que tienen en este país la tienen Teruel, Cuenca y Soria, y nadie puso el grito en el cielo». Tras enunciar esta frase, Peña ha instado al resto de gobiernos autonómicos a aprovechar «la oportunidad de negociar» mejores condiciones para sus comunidades.
La rueda de prensa también ha versado sobre los Presupuestos Generales del Estado del próximo año, un auténtico reto para el Gobierno de Pedro Sánchez, que no tiene asegurado el aval del Parlamento a un proyecto de Presupuestos. Pese a que el Ejecutivo no presentó un proyecto para este último año, Peña ha asegurado que se trata de un Gobierno «que no elude sus responsabilidades» y que «va a presentar las cuentas». «Es responsabilidad del legislativo sacarlas adelante», ha sentenciado.