El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado este miércoles el mensaje que viene lanzando desde que comenzó su viaje por África: la migración de carácter regular tiene efectos beneficiosos. En este caso sin embargo, desde Dakar, ha querido también lanzar una advertencia: es «imprescindible» el retorno a sus países de quienes llegan a España irregularmente. Esta ha sido la primera vez desde que empezó la gira que se ha referido públicamente a la necesidad de ese regreso.

«Principalmente porque este retorno traslada un mensaje desincentivador, nítido, claro y contundente a las mafias y a quienes se ponen en sus manos, pero esencialmente porque la legislación europea y la española obligan a ello», ha argumentado. Tras visitar Mauritania y Gambia, donde ha firmado acuerdos para facilitar «una migración segura, ordenada y regular», Sánchez ha hecho estas declaraciones durante su intervención en un acto en la capital senegalesa. Este ha tenido lugar en la sede del Instituto Cervantes y en él se ha lanzado la iniciativa Alianza África Avanza.

En un evento en el que ha estado el ministro de Economía de Senegal, Abdourahamane Saarr, el jefe del Ejecutivo se ha referido también a la presión migratoria existente en la actualidad. Asimismo, ha insistido en su defensa de la migración regular y ordenada porque cree que abre caminos para el desarrollo económico y cultural y es buena tanto para el país de origen como para el receptor.

Al hilo de este asunto, Sánchez ha vuelto a resaltar la importancia de la migración circular que impulsa España con varios países y por la que se contrata temporalmente a trabajadores en origen para realizar labores estacionales en territorio español. Para seguir dando pasos en esa línea, ha considerado que la seguridad es una prioridad máxima y por ello va a seguir apoyando a Senegal en este ámbito. En ese contexto, ha lamentado nuevamente que las redes criminales que trafican con seres humanos no dejan de crecer y jugar con las vidas de miles de personas, asociándose además con otros tráficos ilícitos y con el terrorismo.

Acuerdo con Gambia

Senegal es la última parada del presidente en su gira por el continente africano, un viaje que finalizará este jueves. Este miércoles, unas horas antes de llegar a Dakar, Sánchez aterrizaba en Gambia, país al que agradecía su colaboración para vigilar las fronteras y combatir la migración irregular. «Tenemos un objetivo común: salvar vidas en el mar y atajar a esas mafias que explotan a las personas que tienen un deseo legítimo de prosperar», subrayaba en su visita al contingente de la Guardia Civil y Policía Nacional destacado en el Puerto de Banjul.

Así, al igual que Mauritania, Gambia ha firmado con España un convenio de «migración circular», que es la política que lleva defendiendo el Gobierno español para hacer frente a la inmigración irregular. Se trata de un acuerdo que, según aseveraba, contribuirá también en la lucha contra la delincuencia. Para el presidente, es necesario cubrir 250.000 empleos con migración regular hasta 2050 para sostener el Estado de Bienestar.

El jefe del Ejecutivo avanzaba asimismo que, «en las próximas semanas», lanzará «formalmente» una nueva estrategia para las relaciones de España con el continente africano, en las que África Occidental y el Sahel se van a considerar «una región prioritaria». «África merece un papel que se adecúe a su peso demográfico y político», ha defendido y ha insistido en dar «un nuevo ímpetu» a la relación entre ambos territorios.

Feijóo ve «irresponsable» el «efecto llamada»

Poco tardó el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en criticar las palabras de Sánchez, a quien acusa de alentar un «efecto llamada» en plena crisis migratoria y de ir «al revés que el resto de la Unión Europea». En un mensaje en la red social X, el líder popular ha cargado contra el presidente por, a su juicio, ir a África a promocionar «España como destino» en lugar de ir a «combatir las mafias». Feijóo ha defendido que quien venga a España tiene que tener un «contrato de origen» y una «carta de cumplimiento» de las leyes españolas.

El Ejecutivo ha respondido afeando a los de Génova que «el único efecto llamada que se produce es el que produce Vox sobre el Partido Popular», en palabras del ministro de Presidencia. Félix Bolaños ha pedido «responsabilidad y humanidad» y que «no se deje llevar» por un discurso «absolutamente xenófobo, inaceptable y de odio».