Las autoridades ucranianas han denunciado este domingo un bombardeo ruso contra un barco de evacuados por las inundaciones tras la voladura de la presa de Kajovka, en la región de Jersón, con al menos tres civiles muertos y diez heridos.
Este ataque se produce cuando ha empezado a descender el nivel de las aguas en los territorios inundados después de la destrucción de la presa, la noche del pasado lunes al martes, lo que obligó a miles de personas a dejar sus hogares.
A pesar de este suceso, la contraofensiva ucraniana ha empezado a cosechar este fin de semana los primeros resultados. Ucrania ha asegurado haber reconquistado dos aldeas en la región de Donetsk, las primeras desde que lanzó su ofensiva en tres sectores del frente, uno de los cuales se encuentra en la vecina Zaporiyia, donde aumenta la preocupación por la seguridad de la central nuclear tras la voladura de una presa y la intensificación de los combates en su cercanía.
«Estamos viendo los primeros resultados de las acciones contraofensivas», ha asegurado el portavoz de las Fuerzas de Defensa de la región de Tavria de Ucrania, Valeri Shershen. En concreto, las dos poblaciones «liberadas» han sido Blahodatne —en el frente sur de Donetsk, cerca de la frontera administrativa de Zaporiyia— y Neskuchne —en la misma provincia y a menos de 20 kilómetros de la vecina Zaporiyia—.
Se trata de las primeras liberaciones de territorios ocupados desde el inicio de la ofensiva ucraniana hace una semana, y se produce un día después de que el presidente, Volodimir Zelenski, admitiera por primera vez que está en marcha la contraofensiva.
Aunque Kiev mantiene un silencio operativo sobre el alcance y la marcha de sus acciones ofensivas, por los partes diarios de guerra rusos se sabe que los combates más intensos se producen actualmente en la región de Zaporiyia, en torno a Oríjiv y Lobkove. Estas dos localidades están situadas a solo 110 y 83 kilómetros, respectivamente, de la ocupada ciudad de Energodar, donde se encuentra la planta nuclear de Zaporiyia.