Primer choque de la legislatura entre el Gobierno y Podemos a tenor de una medida social. Tras aprobarla por decreto hace tres semanas, el Ejecutivo tendrá que someter este miércoles a la aprobación del Congreso la reforma del subsidio de desempleo, la ayuda que cobran los parados de larga duración que se quedan sin prestación. Esa reforma supone un aumento de la cuantía del subsidio hasta los 570 euros mensuales durante los seis primeros meses de cobro. Pero, en la letra pequeña, también incluye un recorte progresivo de las futuras pensiones de quienes lo perciban, una medida que rechaza de plano el partido que lidera Ione Belarra, que amenaza con tumbar el decreto el miércoles si no se retira esa parte de la reforma.
La reforma del subsidio para desempleados que agotan la prestación ya supuso hace unas semanas el primer choque de la legislatura entre las dos alas del Gobierno, y más en concreto entre la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la entonces vicepresidenta primera, Nadia Calviño, recientemente nombrada presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Calviño planteaba instaurar un subsidio decreciente con el paso de los meses, lo que hubiera supuesto un recorte con respecto a la prestación, algo a lo que Díaz se oponía. Finalmente, se llegó a un acuerdo intermedio: el subsidio crecería hasta los 570 euros mensuales durante los seis primeros meses y hasta los 540 euros durante los seis siguientes, y se quedaría igual (en 480 euros) a partir de ahí.
Esa reforma entrará en vigor a partir de junio, y de ella podrán beneficiarse también los menores de 45 años sin cargas familiares, excluidos de este subsidio hasta ahora. Hasta ahí, Podemos está de acuerdo con la medida pactada por Díaz con el PSOE. Pero el decreto incluye una disposición transitoria que, pese a no haber acaparado titulares, amenaza con suponer un recorte en la pensión futura de los perceptores de la ayuda de 570 euros, un detalle que los morados exigen que se retire para dar su voto favorable a la convalidación del decreto el próximo miércoles.
En concreto, la disposición transitoria tercera del decreto reforma el modelo de cotización para la pensión de quienes empiecen a cobrar el subsidio a partir de junio. Hasta ahora, los perceptores de la ayuda cotizaban para su futura jubilación un 125% de la base mínima de cotización, es decir, 1.575 euros al mes. Pero, según el decreto, en 2024 ese porcentaje para quienes empiecen a beneficiarse de la ayuda a partir de junio se reducirá al 120% (1.512 euros al mes); en 2025 pasará a ser del 115% (1.449 euros al mes); en 2026 bajará hasta el 110% (1.386 euros mensuales); y en 2027 se quedará en el 105% (1.323 euros al mes).
Es muy complicado calcular la repercusión media que puede tener en una pensión de jubilación este recorte, puesto que dependerá de cuánto tiempo se cobre el subsidio de 570 euros mensuales, cuándo se jubile el trabajador o si alterna el cobro de esta ayuda con trabajos temporales. Pero, según los cálculos de Podemos, «para un trabajador de 52 años que hubiera percibido el salario medio español durante su carrera profesional, tuviera 22 años cotizados y cobrara el subsidio hasta su jubilación, la decisión del Gobierno implica reducir su pensión en 162 euros al mes, es decir, en 2.268 euros al año».
El decreto se someterá a votación este miércoles en el Congreso junto al otro gran paquete de medidas sociales adoptado por el Gobierno en las últimas semanas: la prórroga del escudo social. Ambos necesitan del apoyo de Podemos y el resto de socios parlamentarios del Gobierno para salir adelante, un apoyo que no tienen garantizado, puesto que a las dudas de los morados sobre el decreto sobre el subsidio de desempleo se ha sumado la amenaza de Junts de torpedear la prórroga del escudo social.