En Moncloa nadie acusa de prevaricación al juez Juan Carlos Peinado por haber imputado a Begoña Gómez, mujer del presidente Pedro Sánchez, en la última semana de la campaña de las elecciones europeas, pero cuestionan su decisión y deslizan que en la misma hay una intencionalidad. «No tiene ninguna lógica procesal», señalan fuentes del Ejecutivo, que aseguran que la decisión del magistrado no se ha recibido con mucha sorpresa, pero sí con «estupor». El presidente publicó una nueva carta a la ciudadanía para asegurar que tanto él como su mujer están «tranquilos» y también para cuestionar que el juez se haya saltado la «norma no escrita» de no publicar resoluciones en campaña. En cualquier caso, desde el Ejecutivo aseguran que esto no alterará los resultados del PSOE en las elecciones del domingo, e incluso piensan que podría «activar» a su electorado. «Se ve muy claramente todo lo que hay que ver», sostienen.
El mensaje que trasladan en público y en privado es de tranquilidad ante una cuestión que no pone «un elemento nuevo» en el caso. Desde la mesa del Consejo de Ministros de este martes, en la que se sentaron las cuatro figuras más cercanas al presidente –María Jesús Montero, Félix Bolaños, Óscar Puente y Pilar Alegría-, se restó importancia al fondo del asunto, aunque se mostró «extrañeza» por la forma. «Les traslado mi extrañeza por la casualidad de haber conocido esta información precisamente esta semana y a través de los medios de comunicación, pero con las mismas les digo: absoluta tranquilidad porque sabemos que no hay nada. Nada de nada», plasmó Alegría. Sánchez lo quiso remarcar en una nueva misiva publicada en la red social X, en la que además de señalar que le ha resultado «extraño» enterarse por los medios de la citación de su mujer, también cuestiona el momento en el que se ha realizado, a solo cinco días de la cita con las urnas.
En Ferraz no se andan con rodeos y denuncian una filtración interesada para influir en la campaña del 9J. «Esta filtración pretende claramente influir en el transcurso normal que se desea para todo proceso electoral», sostienen en el partido. Ven indignante que se haya «filtrado» la citación a declarar de Begoña Gómez «con un mes de antelación» antes de escuchar otras declaraciones y a pesar del informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO). Recuerdan que esta causa se inició por una denuncia «falsa» de una «organización ultraderechista», Manos Limpias, en la que se adjuntaban «enlaces a pseudomedios digitales» como «única prueba», con una «colección de bulos e informaciones sin contrastar».
El juez podría haberla citado a declarar cuando procedió a la apertura de diligencias, lo que sucedió en el mes de abril, sostiene un sector del Ejecutivo, muy crítico con la actuación del juez Peinado, que ve una clara intencionalidad en que esto se haya producido en el tramo final de campaña. Ya que no lo hizo, creen que ahora podría haber esperado a escuchar a los testigos para llamarla a declarar. «Eso sería lo lógico», remarcan. Precisamente, Peinado aplazó al domingo 16 de junio las declaraciones de los testigos previstas para este jueves, atendiendo a la petición de varias defensas, entre ellas, las de Begoña Gómez. Las fuentes ya citadas no creen que haya prevaricación en esta actuación, pero sí una intención de influir electoralmente.
Tras la carta publicada por Sánchez en al que afea la citación de Gómez en plena campaña, ministros del Gobierno y dirigentes socialistas salieron en tromba para denunciar lo que consideran una pretensión de interferir electoralmente el 9 de junio.
Movilización de su electorado
«Desde primera hora se ha visto que había una estrategia», refieren voces socialistas del Ejecutivo, que descartan que la citación vaya a afectar a los votantes del PSOE. Tampoco observan preocupación en el seno del partido como reconocen que existía «al principio» con la aprobación de la amnistía. «Cuando están preocupados, preguntan», argumentan.
Lejos de pensar que esto podría afectar en los resultados del domingo, desde el Gobierno aseguran que la estrategia y la «cronología» son tan obvias que este movimiento incluso podría movilizar a su electorado. En este sentido, el presidente del Gobierno aprovechó su carta para cargar contra el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y el de Vox, Santiago Abascal, a los que les desea la respuesta «que merecen en las urnas: condena y rechazo a sus malas artes«. Ministros y dirigentes del PSOE secundaron Sánchez con mensajes instando a «frenar» la «guerra sucia» de la «derecha y la ultraderecha» este domingo en las urnas.
Moncloa ve al PP en «caída libre» y augura una situación de «empate técnico» entre los dos partidos. A su juicio, esto no cambiará por la citación de Begoña Gómez, ya que el electorado es «inmune» ante una campaña que ven evidente. «Este tipo de actuaciones siempre se ponen en stand by en campaña electoral», señalan desde el Ejecutivo, algo que también quiso dejar patente Pedro Sánchez en su carta, en la que cargó con dureza contra el PP y Vox.