El ultraliberal Javier Milei ha jurado su cargo este domingo como nuevo presidente de Argentina en una ceremonia atípica y cargada de simbolismo, con su primer discurso pronunciado en la escalinata del Congreso de la Nación, frente a la ciudadanía, y no ante la Asamblea Legislativa. Bajo la atenta mirada de representantes internacionales como el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el rey Felipe VI o el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, Milei ha proclamado el comienzo de «una nueva era en Argentina» y ha hecho ya sus primeros anuncios en materia económica, política y social.

Su alocución ha tenido un marcado carácter económico, donde ha cargado contra el kirchnerismo y «la herencia que vamos a recibir». En este sentido, Milei ha asegurado que «ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros».

Ante este delicado escenario, la «solución» pasa, según ha anunciado Milei, por «un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PIB, que a diferencia del pasado caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado», además del combate férreo de la inflación. «No hay posibilidad de un gradualismo. No hay solución alternativa al ajuste», ha remachado.

En palabras de Milei, «no hay plata. La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al ‘shock'», ha insistido al hablar a una multitud congregada a las puertas del Congreso argentino tras tomar posesión.

A corto plazo, ha admitido el nuevo presidente, «la situación empeorará». Este planteamiento «impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, empleo, salarios reales y cantidad de pobres e indigentes», ha explicado. A pesar del tremendo panorama descrito, Milei ha dicho que, después del «reacomodamiento macroeconómico», la situación de Argentina comenzará a ir «mejor». «Habrá luz al final del camino», ha prometido en este sentido.

«Miren donde miren, la situación de Argentina es crítica y de emergencia«, ha insistido Milei, vestido con la banda presidencial ante decenas de miles de ciudadanos congregados a los pies del Congreso de la Nación.

En materia social, Milei ha descrito que «la mitad de la población es pobre, con el tejido social completamente roto», por lo que unos 20 millones de argentinos «no pueden vivir una vida digna» y 6 millones de chicos se irán a dormir con hambre, caminan descalzos por la calle o cayeron en la droga. «Los planes contra la pobreza generan más pobreza«, ha afirmado, antes de reiterar que «la única forma de salir de la pobreza es con más libertad».

Al hablar sobre la sanidad, Milei ha dicho que el «sistema se encuentra completamente colapsado», porque hay hospitales «destruidos», médicos que cobran «miseria» y falta servicio de salud básica y que, por eso, en la pandemia de covid, Argentina podría haber tenido 30 mil muertos en vez de 130 mil.

No se dejará extorsionar por políticos

El nuevo presidente argentino ha asegurado que no va a «perseguir a nadie» de la clase política, pero también ha advertido de que no se dejará extorsionar y sus convicciones son «inamovibles». «No pedimos acompañamiento ciego, pero no vamos a tolerar que la hipocresía, la deshonestidad o la ambición de poder interfieran con el cambio que los argentinos elegimos», ha avisado Milei.

Muchos esperan que el Gobierno entrante haga pagar al ejecutivo saliente de Alberto Fernández la responsabilidad de esa pesada herencia, en tanto que la vicepresidenta saliente y exmandataria (2007-2015), Cristina Fernández, tiene varias causas judiciales en marcha por corrupción.

En este sentido, Milei ha avisado de que su Gobierno no llega para «saldar viejas vendettas» y ha recordado que el suyo «no es un proyecto de poder, sino de país».