En una conversación informal con periodistas tras el besamanos en el Palacio Real, Feijóo ha proclamado que «jamás una trama de corrupción había llegado tan lejos y había estado tan cerca de Moncloa». Para el dirigente popular, Sánchez no debería haber participado en los actos de la festividad del 12 de octubre sin haber dado antes explicaciones acerca de las revelaciones sobre el caso Koldo conocidas hace solo dos días, a raíz del último informe de la UCO de la Guardia Civil.

Según Feijóo, el jefe del Ejecutivo «debería estar en una rueda de prensa sin límite de preguntas explicando lo que pasa en este país» porque, tal y como ha augurado, «esto no hay quien lo pare». Y ha recriminado a Sánchez que use a Ábalos como chivo expiatorio de la trama de corrupción: «El cortafuegos de Ábalos. Pero Sánchez sin Ábalos no es Sánchez. ¿Qué eso de buscar el cortafuegos con Ábalos?».

Ante esta situación que Feijóo considera insostenible para el Gobierno, el líder del PP ha sido preguntado directamente sobre si se plantea presentar una moción de censura. «Al toro hay q sacarle la muleta cuando toca porque si no, te puede dar una cornada», ha respondido, tras lo cual se ha preguntado qué harán los socios de Sánchez ante las revelaciones del caso Koldo porque, según les ha recriminado, ninguno se ha pronunciado aún. Así que el PP quiere esperar a constatar si se mantienen los apoyos del Gobierno.

Pero al mismo tiempo considera que la coalición de Gobierno aguantará «hasta que reviente» y cree que los socios parlamentarios la sostendrán porque «nunca un presidente del Gobierno» les ha salido «tan barato como este».

Por su parte, Pedro Sánchez, que ha acudido a los actos del Día de la Fiesta Nacional sin su mujer, Begoña Gómez, investigada por el juez Juan Carlos Peinado por tráfico de influencias y corrupción en los negocios, también ha charlado con los medios de comunicación tras el besamanos y ha defendido su gestión de la crisis del caso Koldo.

El presidente, que dice encontrarse tranquilo a pesar de las últimas revelaciones de la investigación, ha dicho que «lo que no hay que olvidar es la respuesta» que dio su partido cuando se empezaron a conocer las actividades de la trama y del principal asesor del exministro, Koldo García. Sin mencionar en ningún momento el nombre de Ábalos, Sánchez ha recordado que el PSOE tardó «cinco días» en pedir que entregara su acta de diputado y procedió a abrir un expediente de expulsión.

Como lleva haciendo desde el viernes, Sánchez ha insistido en conversación con los periodistas presentes en el Palacio Real que la diferencia entre él y los casos de corrupción del PP es que el Ejecutivo ha obrado con «contundencia, prontitud y transparencia», mientras que lo que «pasaba en un pasado» se trataba «escondiendo y no asumiendo». Es el mismo argumento en el que han incidido otros ministros a los que se les ha preguntado, que igualmente desvinculan al Gobierno y a Sánchez de las actividades de Ábalos.

Por eso, dice el presidente, le «sorprende» que Feijóo y el líder de Vox, Santiago Abascal, se comporten ahora «como Torquemadas de la corrupción«. «Llevan pidiendo mi dimisión desde que formé Gobierno; la noticia sería que no la pidieran», ha añadido.

Ábalos fue cesado como ministro en 2021, pero Sánchez ha desvinculado esta destitución de la trama de corrupción, dando a entender así que no conocía lo que se está revelando ahora con la investigación de la Audiencia Nacional. Solo ha dicho que tras la salida de la pandemia, el Gobierno «necesitaba un revulsivo» y «acompasarse al tiempo político» del momento, motivo por el cual hizo una profunda remodelación.

En lo que no ha querido entrar Sánchez es en detallar si se ha sentido decepcionado con el exminstro por todas las informaciones que están saliendo sobre él y se ha limitado a reiterar que «lo importante es demostrar con hechos» que se actúa «para que la ciudadanía no pierda la confianza en las instituciones». «Lo personal me lo quedo para mí», ha concluido.