Sabrina Dhowre ahorró lo suyo hasta que pudo comprarse su primer par de zapatos de Christian Louboutin, en concreto los So Kate inspirados en Kate Moss y, lógicamente, con tacón de vértigo. “Nada más calzármelos, me sentí como una bad bitch”, declaró en 2020 a Vogue. Con el tiempo, Sabrina acabaría casándose —en una boda en Marrakech que duró tres días— con el actor Idris Elba, vestida de Roland Mouret y con, lo han adivinado, un par de Louboutin a sus pies. Para entonces —2019— los Elba y el, probablemente, diseñador de calzado más popular del mundo, ya eran íntimos. Tanto es así que, apenas un año más tarde, y a propósito del movimiento Black Lives Matter y de las protestas por el asesinato de George Floyd, decidieron poner en marcha un ambicioso proyecto filantrópico: Walk a Mile in My Shoes, que toma su nombre de una frase que el actor leyó en una de sus visitas al Monumento Conmemorativo Nacional de Martin Luther King en Los Ángeles.
“Algunas personas protestan, otras aprueban leyes, o dan dinero, pero la clave está en la intención con la que lo hacen”, dijo en su día Elba sobre esta colección cápsula, cuyos beneficios por la venta se destinan a seis organizaciones caritativas elegidas personalmente por ellos tres. Este año a The Raining Season, por ejemplo, que procura hogar y educación a huérfanos de Sierra Leona; o a Immediate Theatre en Hackney, el barrio londinense de Idris Elba, que escolariza a más de 1.000 jóvenes en riesgo de exclusión y los involucra en proyectos creativos.Con su primera edición recaudaron más de un millón de euros, y no nos extraña. Los artículos son fabulosos. Un original estampado reproduce las flores típicas —protea, flor de algodón y rosa del desierto— de los países de origen de los Elba —Somalia, Sierra Leona y Gana, respectivamente—; otro, el colorido tejido Bazin, también de África. Y sí: las suelas son rojas.