El estadio Pierre de Coubertin, a las afueras de París, acogió la presentación de esta colección primavera-verano 2023, mostrada en una pista en cuesta iluminada con luz natural. Los modelos emergían al subir por una escalera y bajaban hacia los invitados en una suerte de ladera blanca.
Aunque la línea estuvo llena de numerosas promesas de éxitos comerciales, destacaron sobre todo las deportivas sembradas con hierba, una colaboración que el diseñador creativo de Loewe ha desarrollado junto a la navarra Paula Ulargui. A sus 24 años, la diseñadora española ha llamado la atención de la prensa internacional y otros creadores al trabajar plantas que crecen en la ropa, en concreto ahora en las deportivas de Loewe pero también en abrigos y pantalones.
«Ayer estuvimos regando toda la tarde», comentó un miembro del equipo entre bambalinas.
La idea, poética y un tanto extravagante, será comercializada, según adelantó Anderson tras el desfile. «Vamos a jugar con esa idea de que puedas comprar semillas que vienen con la prenda y que tú mismo puedas experimentar con ello, como un niño. Vamos a hacer distintas cosas sobre el cultivo en la tienda», dijo el creador.
Naturaleza y tecnología
La relación entre naturaleza y tecnología fue una constante en este desfile para hombre de Loewe, que en las últimas temporadas se muestra cada vez más determinada a experimentar y hacer apuestas que «en veinte años puedan convertirse en una realidad, en lugar de no intentar nada», en palabras de Anderson.
De ser así, y si lo que se vio en el desfile se convierte en tendencia, pronto tendremos abrigos con pantallas por la calle, camisetas donde los estampados van en mini pantallas que pueden cambiar e incluso máscaras faciales con reproducciones de vídeos. «Es como si nosotros mismos nos convirtiéramos en pantallas», comentó el británico, de 37 años, que se llevó un fortísimo aplauso al terminar el desfile.
Poesía del mundo digital
Ese uso de la tecnología ya tuvo cabida en su anterior colección masculina, en la que incluyó luces en camisetas y gabardinas, como la que vistió este sábado uno de los invitados, el cantante colombiano J Balvin.
«Es una colección sobre el progreso. La tecnología avanza a mucha velocidad y la moda cada vez trabaja más en metaversos, y tal vez debería hablar más sobre lo físico y lo que está dentro del espacio», comentó Anderson a la prensa, convencido de que se puede sacar provecho de las relaciones que hay entre naturaleza y tecnología.
Para no dejar atrás lo físico, el creador apostó fuerte por convertir los leggings en el próximo imprescindible del armario masculino: en negro, rojo, multicolor y con estampados, pero en cualquier caso elásticos, en colores llamativos y ceñidos a la pierna. Si en la parte de abajo la ropa era estrecha, las sudaderas y los abrigos fueron voluminosos e incluso en apariencia hinchados, en una de las colecciones en las que Loewe más utilizó el cuero, como en deportivas totalmente confeccionadas en piel y que parecían globos.
Anderson volvió a apostar por transformar el bolso Flamenco, uno de los sellos de identidad de los accesorios Loewe que desde hace varios meses se presenta también en versión bota. En conjunto, una visión particularmente poética de la era digital y de las posibilidades de un mundo que a veces asusta pero en el que cada vez resulta más trascendental arriesgar e innovar, también en la moda.