
Mientras la Comisión Europea aprieta para que los Estados eleven el gasto en defensa hasta el 3%, el Gobierno de España se compromete a acelerar su compromiso de llegar al 2% antes de 2029, pero sin concretar cómo lo hará. Moncloa no deja de aludir a la «prudencia» y aseguran que será el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien dará a conocer el «mecanismo» para elevar en miles de millones este gasto en defensa tras disponerlo el Ministerio de Hacienda. El debate no está cerrado y no parece que lo vaya a estar cuando Sánchez se reúna con PP y el resto de grupos este jueves para informarles sobre los asuntos que vertebran del debate de seguridad y defensa. En todo caso, desde el Ejecutivo piden «unidad» al PP en política exterior.
«Hay momentos para ser oposición, pero este es un momento de unidad, para ser Europa. O bien se está con Europa o con los que quieren atacar y debilitar a Europa; con los demócratas o con los autoritarios. Y la política exterior de España, que es política de Estado, está con los demócratas», señaló este martes el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, sobre el apoyo de los grupos y, en concreto, del PP, a un compromiso que España aún no ha concretado. «Espero que la oposición esté a la altura de las circunstancias históricas«, remachó.
El jefe de la diplomacia española también puntualizó que será la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la que está a cargo del mecanismo para lograr elevar en millones de euros este gasto destinado a seguridad y defensa. De momento, desde el Gobierno no se centran tanto en el segundo concepto como en el primero: la seguridad. En este sentido, han pedido en Bruselas que la definición del gasto en defensa sea más «amplia», incluyendo la ciberseguridad, las infraestructuras críticas o el control de fronteras.
La negativa a detallar cuál es el nuevo calendario para elevar la inversión en estas partidas y la fórmula para hacerlo no es tan solo un discurso de cara a la opinión pública. Fuentes de Sumar explican que Sánchez, en la reunión que mantuvo este martes con la vicepresidenta Yolanda Díaz, tampoco concretó en qué año tiene en la cabeza lograr el objetivo de elevar la inversión en defensa hasta el equivalente al 2% del PIB —con las cifras de PIB actuales, el aumento tendría que ser de unos 11.000 millones de euros—. Según afirman estas fuentes, lo que el presidente le trasladó a Díaz es lo mismo que dice el ala socialista del Gobierno en público: que los ministerios responsables aún están diseñando el nuevo programa, pese a que la Moncloa aseguró la semana pasada que ofrecería detalles a los grupos parlamentarios en las reuniones que mantendrá con ellos este jueves.
Moncloa estudia utilizar fondos de emergencia
Por ahora, lo que prima es el silencio, y fuentes del ala socialista del Gobierno lo justifican alegando que «especular no solo es aventurado sino peligroso» y que, en este momento, se requiere «prudencia» porque cualquier palabra sacada de contexto podría derivar en un problema a nivel internacional. Por ello, aluden continuamente al Consejo Europeo de la semana que viene y a que «Europa entera tiene dudas».
De momento, lo único que aseguran estas fuentes es que el Gobierno intentará llegar al 2% del gasto militar «lo más rápido posible» y, constatan, se hará «gastando más». Tal y como se han comprometido con Sumar, no recurrirán a recortes en el gasto social, sino que se tendrán que endeudar y pelear por las transferencias directas para financiar el aumento.
Fuentes próximas a Díaz celebran que Sánchez se comprometiera expresamente con la vicepresidenta a evitar esos recortes, y explican que una de las ideas que baraja Moncloa para financiar el aumento del presupuesto de defensa —al menos mientras se negocia para lograr transferencias de la UE, que es el objetivo prioritario— es que el dinero salga del fondo de contingencia de los Presupuestos Generales del Estado. Esa partida se reserva para gastos imprevistos e ineludibles, y en las cuentas de 2023 (prorrogadas durante 2024 y también en 2025) está dotada con casi 4.000 millones de euros.En cualquier caso, y pese a lo incierto del nuevo escenario, fuentes próximas a Díaz aseguran que la vicepresidenta salió satisfecha de su encuentro de este martes con Sánchez porque ambos líderes coincidieron en que el incremento de la inversión en materia de defensa debe abordarse desde una perspectiva amplia. Presidente y vicepresidenta convienen en que no se trata solo de incrementar las partidas puramente militares, sino en que Europa debe reforzar su ciberseguridad o taponar sus vulnerabilidades a nivel de infraestructuras o de protección ante el cambio climático. Y Sánchez y Díaz han acordado centrar su discurso en eso y no tanto en en el gasto estrictamente castrense, algo que ya ha comenzado a hacer el ala socialista del Gobierno.