La moción de censura en Pamplona se ha consumado. Joseba Asiron, de EH Bildu, se ha convertido en el nuevo alcalde gracias a los 15 votos de su formación y los del Partido Socialista de Navarra (PSN), Geroa Bai y Contigo Zurekin (Podemos, IU y Batzarre), que han desalojado del poder a Cristina Ibarrola, de UPN, tan solo siete meses después de las elecciones municipales. La regidora depuesta ha acusado de «traición» a los cuatro ediles del PSN porque «no hay más motivos que el sillón de Pedro Sánchez» para entregar el bastón de mando a Bildu.
En medio de una gran tensión y reproches mutuos en el salón de plenos del Ayuntamiento de la capital navarra que se pudo palpar desde el momento en que se constituyó la mesa de edad que debía dirigir la sesión, Asiron ha vuelto a ser investido alcalde entre fuertes críticas de la regidora saliente y de los concejales de la ahora oposición -los nueve de UPN y los dos del PP-.
En la calle, cientos de manifestantes partidarios de la moción de censura han celebrado el cambio de gobierno en la Plaza Consistorial, al grito de «Agur, UPN, agur» y ondeando ikurriñas -la bandera del País Vasco- y enseñas del Reino de Navarra. La Policía Foral había previsto un fuerte dispositivo para este jueves en los alrededores del Ayuntamiento dada la tensión política que ha ido creciendo desde que se anunció la moción de censura. Finalmente no ha habido ningún tipo de enfrentamiento entre los detractores y los partidarios de la moción.
Tras recibir el bastón de mando de Koldo Martínez, presidente de la mesa de edad del Consistorio, Joseba Asiron ha dado su «compromiso» con «tres de los grandes pilares que conforman los acuerdos que van a hacer posible la apertura de un tiempo nuevo en Pamplona»: la «búsqueda de consensos que lleven a Pamplona al lugar que realmente se merece», el «respeto al que piensa de manera diferente» y la «convivencia».
Sobre este último aspecto, la convivencia, Asiron ha señalado que «no solo forma parte» de su «bagaje político», sino también del «vital y personal» desde que tiene «uso de razón». Según ha señalado, estos «deberían ser los objetivos de todo el mundo». Tras ser proclamado alcalde de Pamplona, se ha asomado al balcón del Salón de Plenos para saludar a sus seguidores, que abarrotaban la Plaza Consistorial.
Más tarde, en una comparecencia ante los medios de comunicación, Asiron ha dicho que espera que «las aguas vuelvan a su cauce» y los concejales de Pamplona sean «capaces de dejar a un lado las faltas de respeto». «Tenemos tres años y medio para hablar, para discutir, incluso para enfadarnos, probablemente con más razón, y espero que esta frustración que es lógica se sepa gestionar», ha señalado.
A la pregunta sobre los gritos de «independentzia» que se han escuchado en la Plaza Consistorial, el nuevo alcalde ha resaltado que, para él, la independencia de su «país, que se llama Navarra/Nafarroa, es una aspiración perfectamente lógica, pero dentro de las prioridades hay que ser mucho más realista y posibilista». Así, ha afirmado que su «compromiso y deberes van en otra dirección», como las «políticas sociales».
Cristina Ibarrola, por su parte, ha sido muy crítica tanto en su intervención en el Pleno municipal como después ante los medios de comunicación. «Ellos habían trasladado un acuerdo de tiempos que no han respetado. Se han saltado todo de forma miserable. Nos han quitado la voz. Escuchar a Joseba Asiron hablar de tolerancia me pone la piel de gallina. Escuchar los gritos que le jalean recuerda a los peores tiempos, pero me tranquiliza mucho saber que la mayoría de la ciudad de Pamplona no comparte que Joseba sea alcalde», ha afirmado.
«Sánchez, como Judas Iscariote, vende Pamplona por seis votos de Bildu», ha insistido la exalcaldesa en referencia a los seis diputados abertzales del Congreso que dieron su sí a la investidura del presidente del Gobierno.
Asiron e Ibarrola han intercambiado reproches en sus distintas comparecencias. La ya exregidora ha explicado que no llevará escolta y hace responsable a su sucesor de lo que pudiera ocurrirle, a lo cual Asiron ha replicado que le parece una decisión «muy legitima» y ha recordado que él no ha utilizado escolta en los cinco años que ha estado en la oposición. «Y cuando he tenido algún problemilla con alguien, ni se me pasaría por la cabeza responsabilizar a la alcaldesa de turno», ha añadido.
Pero más que al nuevo alcalde, la dirigente de UPN ha dirigido sus reproches contra el PSOE. El apoyo de los concejales socialistas de Pamplona a esta moción de censura es, para Ibarrola, «un matrimonio sonrojante». «Para mí, ellos no tienen ninguna credibilidad porque han mentido en todo, en cada palabra, en cada conversación… Todo lo que dice el Partido Socialista es mentira por definición», ha dicho, tras lo cual ha apuntado: «Nunca sería alcaldesa con los votos de Bildu, prefiero fregar escaleras».
En la votación ha faltado un edil de los socialistas navarros, que no han llegado a tiempo de cubrir la vacante de Elma Saiz, quien dejó el Ayuntamiento de Pamplona para ser ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Y es que en los últimos días, dos socialistas, Tomás Rodríguez Garraza y María José Blasco Guerola, números 6 y 7 del PSOE en las listas del Ayuntamiento de Pamplona, han renunciado a tomar sus actas al negarse a votar esta moción de censura que ha aupado a la Alcaldía a la coalición liderada por Arnaldo Otegi.
Para justificar su apoyo a la moción de censura, la portavoz socialista, Marina Curiel, ha afirmado que en los últimos meses Ibarrola «ha estado llevando a cabo una acción política prepotente, unilateral, opaca y totalmente ajena a la escucha y al diálogo, menospreciando continuamente al resto de fuerzas políticas, a pesar de estar en minoría». «Nunca ha querido llegar a acuerdos, impidiendo el avance de la ciudad. Han sido incapaces de aprobar presupuestos, no han presentado proyecto de presupuestos», ha censurado.
Además, ha criticado que, por presentar la moción de censura, UPN está «señalando e insultando» a los ediles socialistas. Ellos, ha dicho, responderán «con trabajo, con responsabilidad política, con responsabilidad institucional y con valentía». «El PSN está abriendo un nuevo tiempo en Pamplona donde el Partido Socialista tiene un papel protagonista, impulsor de este nuevo tiempo. Nuestro papel va a estar muy presente en una oposición responsable y rigurosa», ha manifestado.
El concejal del PP navarro Carlos García Adanero ha sido uno de los más duros con los socialistas. Considera que a los miembros del PSN que no han intervenido en el Pleno «les da vergüenza hablar». «Sánchez lleva cuatro años blanqueando a EH Bildu y hoy pone el colofón a ese blanqueamiento. A cambio le han dado la Presidencia», ha remarcado.
Y a continuación, se ha preguntado «dónde quedan los 27 vecinos de Pamplona asesinados» por la banda terrorista ETA y «cuyo asesinato no han condenado» los ediles de Bildu. «¿Dónde quedan los ocho crímenes sin resolver en Pamplona?», ha insistido.