El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha descartado por el momento hablar con Carles Puigdemont en el marco de las negociaciones de su investidura. «Estoy en plena negociación. Me reúno y hablo con los grupos parlamentarios», ha dicho ante las reiteradas preguntas de los periodistas durante la recepción en el Palacio Real por el Día de la Fiesta Nacional.
Sánchez también ha señalado que va a reunirse y a hablar con los grupos parlamentarios al ser cuestionado sobre si tiene previsto mantener una charla con el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegui, dentro de la ronda de contactos para su investidura, en la que el apoyo de Junts per Catalunya (el partido de Puigdemont) es clave para que salga adelante
El presidente en funciones ha sido abucheado e insultado al asistir al desfile del Día de la Hispanidad en Madrid en medio de la polémica por la negociación sobre una hipotética amnistía a los encausados por el intento de proceso independentista en Cataluña y el referéndum ilegal que tuvo lugar el 1 de octubre de 2017.
La ronda de contactos finaliza este viernes con reuniones en el Congreso con las portavoces parlamentarias de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, y Junts, Míriam Nogueras, tras la conversación telefónica que el presidente en funciones y candidato a la investidura mantuvo el pasado miércoles con el líder de ERC, Oriol Junqueras, poco antes de ver en la Cámara Baja al portavoz de este grupo, Gabriel Rufián.
En el caso de la charla con Junqueras, que no es portavoz parlamentario, Sánchez ha dicho que fue una conversación «coherente» porque el PSOE lleva años colaborando con ERC y tiene con este partido «una base de trabajo y de conversación».
La sesión de investidura de Sánchez, que fue designado como candidato por el rey Felipe VI tras el fallido intento del candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, podría tener lugar la semana del 6 de noviembre, según fuentes de PSOE, Sumar y los partidos que negocian con la coalición.
Para que la investidura tenga éxito y Sánchez vuelva a ser elegido presidente del Gobierno, el socialista necesitará contar con el apoyo de todos los grupos con representación en la cámara excepto los que ya han avanzado que votarán en contra: PP, Vox, UPN y Coalición Canaria, que dejó abierta la puerta a una posible e intrascendente abstención.
Calentar la calle
Más allá de las negociaciones de cara a la investidura, Sánchez, ha acusado a PP y Vox de «alentar» los abucheos recibidos de parte del público en el desfile de la Fiesta Nacional, y ha culpado a ambos partidos de estar «calentando la calle», aunque cree que con ello «el beneficio es para Vox, no para el PP».
En la citada conversación informal con periodistas tras la recepción que ofrecen los reyes en el Palacio Real por la Fiesta Nacional, Sánchez ha dicho que en su opinión lo «grave» no es que los ciudadanos digan este tipo de frases, sino que las digan dirigentes del PP y Vox porque «alientan» al público.
Además, el líder socialista ha dicho que estas dos formaciones tienen un «problema» porque «no aceptan que España es más amplia que lo que ellos demuestran» y más «plural». «Entiendo que es frustrante», ha añadido, «pero los símbolos, la bandera, la fiesta nacional somos todos, no solo ellos».