El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insiste en no querer posicionarse públicamente sobre la posible amnistía a los encausados y condenados por el procés que reclaman los partidos independentistas catalanes para su investidura, y tampoco quiere rechazar públicamente la afirmación de ERC de que esa amnistía está ya pactada. Pero, este miércoles, Sánchez sí quiso lanzar una llamada de atención ante las últimas declaraciones de ERC y Junts, que han asegurado que no piensan renunciar a declarar de nuevo unilateralmente la independencia de Cataluña, y recordó que «hay un 90% de catalanes» que descarta esta vía.
El presidente tomó como referencia para esta cifra el último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), el instituto demoscópico dependiente de la Generalitat de Catalunya, que revela que tan solo el 10% de los ciudadanos de esa comunidad son partidarios de una ruptura con España sin una negociación previa. Esta postura no es mayoritaria ni siquiera entre los votantes de los partidos independentistas: solo la comparte el 34% de los electores de la CUP, el 25% de los de Junts y apenas el 14% de los de ERC, pese a que este miércoles la portavoz republicana Raquel Sans afirmara que ERC «no renuncia a ninguna vía democrática para resolver el conflicto político», si bien también admitió que su prioridad es «la negociación política».
«¿Cuánta gente en Cataluña apoya la unilateralidad? Eso está medido en el CEO catalán, y la respuesta es que entre un 10% y un 11%. Eso significa que hay un 90% de catalanes que quieren el reencuentro, la concordia», planteó a este respecto Sánchez, que aseguró que «ahí va a estar el Gobierno». El presidente, además, lanzó un mensaje a ERC y Junts, aunque sin mencionarlos expresamente, asegurando que «si queremos apelar a una mayoría para pasar página tenemos que mirar a ese 90%» y no a la minoría de partidarios de la secesión por las bravas.
Pese a este aviso a los partidos independentistas, claves para cerrar un acuerdo que le permita seguir siendo presidente del Gobierno, Sánchez evitó en todo momento referirse a sus negociaciones para la investidura. El presidente, aunque fue preguntado expresamente, no quiso desmentir al líder de ERC, Oriol Junqueras, que aseguró este miércoles que «es evidente» que la amnistía ya está pactada. Pero tampoco le dio la razón, y se limitó a señalar que va a «ser coherente con la política» desarrollada por el Gobierno para la «normalización política en Cataluña».
«Con eso estoy diciendo mucho, los datos están ahí y son indiscutibles, Cataluña está mucho mejor que en 2017», sostuvo Sánchez, quien, eso sí, dejó claro que, a su juicio, la «crisis política» de Cataluña «nunca tuvo que derivar en la judicialización». «Lo que hemos hecho estos años ha sido tratar de devolver a la política lo que nunca debió salir de la política», aseguró.
Más allá de eso, el dirigente guardó silencio con el argumento de que ahora es el turno de que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, presente su «proyecto» como candidato a la investidura. «Que presente su propuesta para España después de estas largas semanas, que cumpla con su deber, y luego, si fracasa, como parece que ellos mismos prevén, espero que el jefe del Estado haga otra ronda y yo pueda ser designado candidato, y ahí hablaré con total franqueza de cuáles van a ser las líneas maestras de una administración del PSOE», planteó Sánchez, que insistió en que piensa cumplir con «la Constitución».
«Hay algunos medios conservadores que llevan cinco años vertiendo profecías apocalípticas: que España se hunde, que España se rompe, que se está ataca la esencia de la nación española… y luego nada se cumple», ironizó además Sánchez, que insistió en defender la política que ha llevado a cabo su Gobierno en lo relativo al problema territorial. «En 2018, cuando nosotros asumimos el Gobierno, la sociedad estaba traumatizada por un desgarro, el de 2017, y los resultados son hoy visibles, los hechos nos avalan, la sociedad catalana ha dicho sí a la política de reencuentro del Gobierno», aseguró.